Si aún no tienes un seguro para tu academia de música, de baile, pintura, escultura..., realmente debes contratar algunos para estar protegido tú y tus alumnos. Hay varios tipos de seguros que puede que necesites.
¿QUÉ SEGUROS NECESITO? El Seguro de Responsabilidad Civil, Seguro de Comercio, Seguro de instrumentos, Seguro de Baja Laboral...
Las academias necesitan protegerse frente a los daños que puedan sufrir la academia en sí (el local) y frente a las reclamaciones de responsabilidad civil que pueda recibir el negocio. Si tu academia no tiene seguro, deberás hacer frente a los siniestros o indemnizaciones tú mismo o con el patrimonio de tu empresa. Piensa en cómo harás frente a una indemnización por una reclamación de responsabilidad civil por un accidente de un alumno (del que resultes civilmente responsable por acción u omisión), o en cuánto te costaría una reparación en caso de incendio o daños por agua.
Las academias (academias de música, academias de baile o de cualquier otra disciplina artística), contratan habitualmente un seguro de comercio para proteger el local (el continente y/o el mobiliario o contenido, frente a incendio, explosión, rayo, daños por agua, daños eléctricos, fenómenos atmosféricos o rotura de cristales, entre otras garantías), la responsabilidad civil del propio local por los daños a terceros que se puedan producir por estas garantías, la responsabilidad civil derivada de la actividad docente (por los daños que se puedan producir tus alumnos -responsabilidad civil de explotación- y por los accidentes de los profesores y empleados de la academia -responsabilidad civil patronal-, entre otras) y la defensa jurídica ante posibles reclamaciones. Si el local de la academia es de alquiler, sólo debes asegurar el contenido (mobiliario y equipamiento), ya que del continente se ocupa el propietario. Si eres el dueño del local, debes asegurar también el continente.
Además, es importante que contrates un seguro de baja laboral para poder percibir una indemnización económica diaria en caso de que no puedas atender tu academia debido a una enfermedad o un accidente, pudiendo de esta manera hacer frente a los gastos fijos derivadas de la actividad (salarios de tus empleados, facturas de suministros, cuota de autónomos etc).
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